“Alejandro Cobos un indio en tierra de cowboys”
Volvemos a Trebujena, ese rincón del Bajo Guadalquivir donde el vino es una religión. Un pueblo con 7.000 habitantes que presume con orgullo de contar con dos cooperativas vitivinícolas, y con el mayor número de viticultores por metro cuadrado. En esta ocasión, nos adentramos en el alma de la Cooperativa Albarizas.
La Cooperativa Albarizas fue fundada en 1977 y hoy reúne a unos 200 socios que cultivan cerca de 256 hectáreas, repartidas en 346 parcelas. Cada campaña, la bodega tiene capacidad para procesar hasta 3 millones de kilos de uva. Su actual presidente, José Castillo, ha impulsado una firme apuesta por la sostenibilidad, logrando que Albarizas sea la primera cooperativa del Marco de Jerez en obtener la certificación ecológica para la producción de uva. En nuestra visita nos acompaña Alejandro Cobos, enólogo de la bodega.
“Un vino de uva perruno y nuevos lanzamientos”
“la longevidad del velo en Trebujena”
“El palo cortado no se fabrica, aparece”
Durante la cata, probamos un palo cortado con sutiles recuerdos de su origen biológico. En nariz, es menos dulce que un amontillado, con matices florales elegantes; en boca, aparecen notas características de amontillado, de nuez, y con una profundidad y redondez únicas. Nos indica nuestro acompañante, que cuando realizan la elaboración de los olorosos , el palo cortado y sus creams, buscan un concepto más moderno y se decantan por vinos que sean sencillos de beber, algo que hemos comprobado.
“La Solera del Pueblo, homenaje a una forma de vida”
“El naturalmente dulce más genuino”
El vino es cultura.
