“no se puede hacer vino en un lugar si no es con su propia uva”
“Mahara”, palabra de origen maorí que significa “pensar, pensando, pensado” y que en árabe se traduce como “habilidad” o “destreza”, espíritu con el que los hermanos Gómez Lucas iniciaron en 2011 su proyecto personal: Vinifícate. Una iniciativa nacida de la reflexión, la intuición y el talento puestos al servicio del vino.
Nos encontramos en San Fernando, en La Isla de León, donde nos recibe Miguel Gómez,que fue marcado por la filosofía de la bodega Descendientes de J. Palacios, en El Bierzo, quienes trabajan con la variedad autóctona mencía y sostienen que no se puede hacer vino en un lugar sino es con su propia uva. Para Miguel, aquella visión fue una revelación, la lógica más aplastante del universo..
“vinos de territorio”
“Reuniones para planificar las elaboraciones”
En el marco de este proyecto, pronto verán la luz cuatro nuevas referencias: un orange wine de palomino, un vino púrpura elaborado con uva melonera, un tinto de tintilla y un espumoso rosado de tintilla, resultado de un prensado directo. Miguel confiesa estar profundamente enamorado de la tintilla, de su personalidad singular y, sobre todo, de su mayor virtud, la acidez. Esa acidez, señala, convierte al espumoso en un acompañante ideal para la gastronomía local. “En los blancos no encontramos tanta acidez, pero sí una mineralidad muy marcada, que se traduce en sapidez. Y esa sapidez es la que aporta la sensación de frescura”, nos explica.
“Los pagos costeros son los elegidos por la bodega”
“El territorio guardado en una botella”
El vino es cultura.
