Unas 250.000 personas se acercan cada año a González Byass Tío Pepe, la bodega de brandy y vino de Jerez con más de 180 años de antigüedad
Damnatio memoriae es una locución latina que signfica literalmente ‘condena de la memoria’. Era una práctica de la antigua Roma consistente en condenar el recuerdo de un enemigo del Estado tras su muerte. Cuando el senado romano decretaba oficialmente la damnatio memoriae, se procedía a eliminar todo cuanto recordara al condenado, imágenes, monumentos, inscripciones, e incluso se llegaba a la prohibición de usar su nombre.
El hombre siempre ha intentado que perdure su nombre en la memória del resto, ya que es una forma de immortalidad pero incluso hoy en día, en el mundo digital en el que vivimos, en el que las imagenes han desplazado a las letras , sigue sin estar garantizado que nuestros recuerdos, imagenes , nombres, perduren durante el tiempo. Pues nadie nos garantiza que los ficheros de texto, imagenes etc sean compatibles con los sistemas del futuro.
La vacuna de la Damnatio memoriae, una tiza y un papel de roble.
En Jérez junto a la Catedral, en la Bodega del Tio Pepe, nos podemos encontrar una Bodega dedicada a la familia real española , La Bodega de los Reyes , en la que se guarda los vinos más preciados y antiguos de la marca, como el oloroso Matusalén, el amontillado Del Duque o el Pedro Ximénez Noé. También se encuentran allí los calificados como VORS (Vinum Optimum Rare Signatum o Very Old Rare Sherry), vinos con más de 30 años de envejecimiento y calidad excepcional. La mayoría de sus botas están firmadas y dedicadas por los miembros de seis generaciones de la realeza de nuestro país que han visitado alguna vez las bodegas, como Isabel II (1862), Alfonso XII (1877), Alfonso XIII (1904), Victoria Eugenia (1927), Juan Carlos y Sofía (2000) y la infanta Elena (2006).
Junto esta Bodega de los Reyes nos encontramos el remedio de la Damnatio memoriae y el paso a la inmortalidad de las personas ilustres que visitaban González Byass, La Bodega Constancia.
Es en esta bodega , donde González Byass tiene su especial paseo de la fama ya que desde 1879 todas las personas ilustres que visitan la bodega, firman con tiza las botas que reposan en esta bodega.
Las dos botas firmadas más antiguas que se conocen son de 1879, rubricada por el ingeniero agrónomo Gumersindo Fernández de la Rosa, y de 1833 firmada por Leopoldo Alas “Clarin”. Paseando entre los pasillos de la bodega se pueden observar incontables botas firmadas por personalidades de todo ámbito como Isaac Peral (1889), el actor Harold Lloyd (1929), Lola Flores (1951), Paco de Lucía (1975) la primera ministra británica Margaret Thatcher (1998), y muchos mas….
