“Un nuevo mundo con miles de posibilidades”
En el mundo del vino existe un antes y un después , antes de conocer los vinos del marco de Jerez, y un después, cuando ya te has iniciado en ese mundo complejo, con miles de matices, miles de misterios, y miles de sorpresas.
” Antes sólo existia el tinto, el blanco, el rosado , y el espumoso”
En el mundo del Sherry, tenemos 13 tipos de vinos, cada uno con una personalidad propia, 3 tipos de crianza (bajo velo de flor, crianza oxidativa, y combinación de ambas) ,vinos secos con menos de 4 gramos de azúcar por litro, hasta llegar a vinos dulces con más de 160 gramos por litro.
” Un mundo complejo, con un maridaje infinito”
Estamos en un mundo más complejo, ya que la influencia del clima en la crianza hace que no tengan igual sabor un fino, en el Puerto Sta. María, que en Jerez, ni en Chiclana, que las manzanillas solo se puedan criar en Sanlúcar de Barrameda.
Si hablamos del maridaje de los vinos generosos, nos encontramos con mil posibilidades, hasta ahora los neófitos de este mundo maravilloso tenían la idea generalizada de los vinos tintos para las carnes, y los vinos blancos para los pescados , algo de forma general. Pero en este mundo tenemos la opción de potenciar el picante, con el amontillado, o para reducirlo, con el oloroso y varias combinaciones más.
Así es el mundo de los sherry, lleno de matices y posibilidades, de misterios y complicaciones, de ideas y de conceptos equivocados, como que estamos ante vinos de aperitivos y postres y que no se pueden usar para comer. Un mundo nuevo, muy complejo , que aporta muchísimas satisfacciones , y un antes y un después, bendito descubrimiento.
El vino es cultura.
