“Vinos legendarios e instrumentos únicos: El museo oculto en Jerez”

“El mejor vino fortificado del mundo está Jerez”

Nos dirigimos a un parque empresarial en las afueras de Jerez para visitar la recreación de una bodega del siglo XVIII, construida con materiales reciclados de otras bodegas que han sido demolidas en la ciudad. En esta ocasión, exploramos la Bodega Espinosa de los Monteros.

Fuimos recibidos por Antonio Espinosa de los Monteros, propietario de la bodega, en un lugar donde la pasión por el vino y el amor por la conservación del patrimonio se entrelazan. A pesar de su tamaño modesto, esta bodega ha acumulado importantes reconocimientos. Su Palo Cortado ha sido proclamado como el mejor vino generoso del mundo en el IWC Champion Fortified Wine 2024, un premio comparado con los “Óscars” de los concursos internacionales de vino. Primero, obtuvo la medalla de oro, lo que le permitió ganar el ‘Sherry Trophy’ como mejor vino de Jerez. Posteriormente, compitió en la final contra los mejores fortificados de otros países, logrando coronarse como el campeón absoluto, siendo el único vino español en alcanzar este prestigioso título.

“Conservación de la historia vinícola”

Nos impresionó el esfuerzo del propietario por rescatar piezas y elementos de antiguas bodegas que han desaparecido en el centro de Jerez. Espinosa nos habló de la posibilidad de trasladar estas bodegas históricas a las afueras de la ciudad para preservar ese valioso patrimonio, y lo ha logrado. Estamos en una bodega del siglo XVIII, con techos de madera y bóvedas de arcos, donde cada detalle ha sido cuidadosamente restaurado. Aquí se encuentran auténticos tesoros recuperados, como la verja que separa la sacristía de la bodega y las puertas originales de 1780, rescatadas de una bodega en el centro de Jerez. En este espacio reposan los vinos de Espinosa de los Monteros, algunos con más de 80 y 90 años, todos ellos certificados como VORS (“Vinum Optimum Rare Signatum”) por el Consejo Regulador.

“Museo de instrumentos únicos”

La bodega no solo conserva vino. Espinosa ha creado un impresionante Museo de Instrumentos de Cuerda,en la planta superior, donde se exhiben guitarras únicas de los siglos XVIII y XIX, además de una notable colección de 400 botellas de brandy, pertenecientes a soleras y grandes reservas. Entre las guitarras destaca una elaborada por el lutier ecijano Juan Pagés, más antigua que la última adquirida por la Junta de Andalucía para el futuro Museo del Flamenco, de 1791, vendida por 13.423€. La colección incluye violines, pianos históricos, como uno de la Exposición Universal de París de 1860, y piezas irrepetibles, lo que la convierte en una de las mejores colecciones de Europa.

“otros tesoros”

Descendiendo dos niveles, llegamos al lugar más especial de la bodega: la zona de envejecimiento, donde reposan 1,200 barricas de roble francés de Allier. Al fondo de esta imponente nave se encuentra “La Sacristía” de la bodega, donde se guardan las barricas de Taberner. Sin duda, con los calores de este año, este es el mejor refugio para reposar con un poco de queso; el vino ya lo tenemos.
Este recorrido no solo es un viaje en el tiempo, sino también un tributo a la rica herencia vinícola y cultural de Jerez. Si tienes la oportunidad, ¡no te lo pierdas!

El vino es cultura.

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